A fines del mes de mayo de 430 los vándalos se presentaron delante de Hipona, la ciudad más fortificada de la región, y establecieron un sitio que duró 14 meses. Aquel primer verano Agustín cayó enfermo con fiebre y supo que aquella enfermedad sería fatal. El 28 de agosto de 430, exhaló apaciblemente su último suspiro, a los setenta y dos años de edad, de los cuales pasó casi cuarenta consagrado al servicio de Dios
viernes, 24 de abril de 2009
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